“Arabia Saudita hace equilibrio con el precio del petróleo”

“Arabia Saudita hace equilibrio con el precio del petróleo”

22 mayo 2018,   By ,   0 Comments

03.05.2018 EL CRONISTA (BUENOS AIRES, ARGENTINA)

Para Arabia Saudita, el rebote del precio del petróleo del año pasado ha sido una victoria estratégica. Su diplomacia, incluyendo un entendimiento con Rusia su rival desde tiempos inmemorables, condujo a un acuerdo a fines de 2016 entre la OPEP y otros grandes productores, para limitar el abastecimiento de petróleo. El acuerdo ha sostenido el constante ascenso de los precios observados desde el último verano boreal. El crudo Brent llegó a u$s 75 el barril el mes pasado, y ahora está en un nivel que permitirá a Arabia Saudita cubrir el gasto del gobierno con su recaudación de impuestos, después de tres años de ajustarse el cinturón. Sin embargo, los productores de petróleo deberían recordar que la victoria puede sembrar las semillas de la deflrota. Si se permite que los precios sigan subiendo, sería perjudicial para la economía mundial, y contraproducente para los productores. El valor del crudo aumentó a raíz de una combinación de oferta limitada, fuerte demanda y tensión internacional, siendo la preocupación por el futuro del acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán el tema más candente en los últimos tiempos. Las restricciones a la oferta en parte han sido intencionales y en parte involuntarias. Venezuela, donde la pésima gestión y la crisis financiera cada vez más profunda han provocado una caída de la producción cercana a una tercera parte desde principios de 2016, ha sido un reticente paladín de la reducción fomentada por la OPEP. Si bien el saludable crecimiento global provoca un fuerte incremento de la demanda, la abundancia que hizo derrumbar los precios en el período 2014-2016 fue disminuyendo gradualmente, lo que dejó los cimientos para que los valores se recuperen. A cerca de u$s 75 el barril, el petróleo se encuentra en un nivel que para muchos productores y consumidores es tolerable. Sin embargo, hay informes que indican que Arabia Saudita podría querer tentar a la suerte. El mes pasado, Reuters informó que en un encuentro a puertas cerradas los funcionarios de Arabia Saudita sugirieron que les encantaría ver el petróleo a u$s 80, o incluso a u$s 100 el barril, en parte como ayuda para animar la planeada salida a bolsa de la petrolera Saudi Aramco.

Permitir que el petróleo suba hasta ese nivel sería un error. El FMI señaló en su Panorama Económico Mundial el mes pasado el alza de los valores del petróleo no había conducido a revisiones a la baja de sus pronósticos de crecimiento, pero esa visión se basaba en la suposición de que el crudo promediaría cerca de los u$s 62 este año y bajaría a cerca de u$s 58 el año próximo. Si los precios se ubican sustancialmente más altos, el impacto sobre el crecimiento podría ser mucho más severo. A más largo plazo, un valor del petróleo más elevado alentará a los consumidores a usar menos, lo que daría impulso a las ventas de vehículos eléctricos y a los autos más eficientes en cuanto al consumo de combustible. Estados Unidos se dirige hacia una batalla entre los gobiernos federal y estatales respecto del intento de la administración Trump de abandonar un plan diseñado para aumentar la economía del combustible. Los mayores costos del combustible fortalecerán el argumento de aquellos que afirman que deberían revisarse los estándares porque les permitirá ahorrar a los consumidores. Los precios más altos también estimulan la inversión en oferta de petróleo, especialmente en la industria del shale norteamericana, que ya avanza a buen ritmo. La escasez de ductos, particularmente en el corazón del boom en el oeste de Texas, va a limitar el crecimiento, pero se está construyendo capacidad nueva y cuanto más tiempo se mantengan los valores elevados, más inversión llegará. La situación recibe una ventaja adicional debido a la incertidumbre sobre la decisión del presidente Donald Trump en cuanto al acuerdo con Irán. Si Estados Unidos se retira, significaría nuevas sanciones que podrían quitar del mercado algo del petróleo iraní, y se intensificarían la tensiones internacionales mientras EE. UU. busca otros medios para obstaculizar las ambiciones nucleares de Irán. Después de lograr tanto éxito en subir los precios del petróleo, Arabia Saudita y sus aliados deberían ahora prestarle especial atención a la posibilidad de tener que contenerlos. Traducción: Mariana Inés Oriolo


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