03.02.2020 – BUENOS AIRES: “El caso Antonini Wilson sigue vigente: cuatro países avanzan contra un eslabón clave” LA NACIÓN (ARGENTINA)
Doce años y medio después del hallazgo en el Aeroparque de una valija con US$790.550 que desató un terremoto hemisférico, los coletazos del “caso Antonini” siguen en expansión. Las autoridades de España, Estados Unidos, el Principado de Andorra y Venezuela avanzan contra el entonces jefe de Seguridad de la petrolera venezolana (Pdvsa), sospechado de haber colocado esos dólares dentro del avión de “Presidencia Argentina” que arribó a Buenos Aires en agosto de 2007. Ahora los cuatro países lo tienen en la mira por corrupción y lavado. Rafael Ernesto Reiter Ramírez, que así se llama, se desempeñó como gerente de Prevención y Control de Pérdidas de Pdvsa durante años. Pero se marchó cuando su jefe Rafael Ramírez cayó en desgracia por las internas del régimen bolivariano. Se instaló en Barcelona junto a su esposa, Vanessa, y en julio de 2015 se compró una casa valuada en dos millones de euros. Allí estaba cuando policías españoles lo arrestaron por orden del Juzgado 27 de Madrid. La ofensiva internacional contra Reiter avanza, mientras que en Bolivia arrestaron a otra empleada de Pdvsa, María Palacios, que intentó viajar a la Argentina con US$100.000 en su equipaje. El gobierno interino de Jeanine Áñez afirmó que ese dinero era para financiar al expresidente Evo Morales, aunque Palacios replicó que era para solventar las operaciones de Pdvsa en la Argentina, donde afronta serios problemas económicos, con sus cuentas embargadas. El arresto de Reiter, en tanto, ocurrió en octubre de 2017. Desde entonces, Nadal –tal su apodo– pugna por solucionar sus problemas con la Justicia española, aunque la tormenta a su alrededor creció con el paso de los meses. Un juez federal de Houston, Texas, pidió su extradición. Andorra le sigue los pasos por varios paraísos fiscales. Y las autoridades de Pdvsa anticiparon en los últimos días de 2019 que avanzarán contra él y otras personas y empresas por los miles de millones de dólares que afirman que le esquilmaron a la petrolera a través del Banco Privado de Andorra (BPA). Es decir, el mismo que usó Odebrecht para triangular coimas a argentinos. Reiter lleva años alejado de Pdvsa, pero conoce bien a qué candidatos, partidos o gobiernos financió el régimen bolivariano en toda América Latina. Lo sabe porque él fue uno de los responsables de gestionar los bolsos repletos de dinero que salieron de la petrolera; entre ellos, los otros US$4,2 millones que habrían ingresado a la Argentina junto con Guido Antonini Wilson, la madrugada del 4 de agosto de 2007, según reveló La Nación en septiembre de 2008. Para financiar la campaña presidencial de Cristina Kirchner, de acuerdo con los testimonios vertidos en el juicio que se desarrolló en Miami. La investigación en la Argentina por el “caso Antonini” estuvo a punto de cerrarse por el paso del tiempo. Pero el 19 de diciembre de 2018 el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola procesó al exministro de Planificación Federal Julio De Vido y al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray por presunta tentativa de contrabando agravado de importación de divisas, junto con los exfuncionarios Claudio Uberti y Exequiel Espinosa, entre otros protagonistas, que quedaron a un paso de un juicio oral. A 10.000 kilómetros de Buenos Aires, en tanto, España pretende juzgar a Reiter por presunto lavado, aunque el proceso se enmarañó. Tras pasar por la prisión de Soto del Real, Nadal fue excarcelado y la pesquisa en su contra pasó al Juzgado 41 de Instrucción de Madrid, pero la Fiscalía Anticorrupción solicitó que se envíe a la Audiencia Nacional, donde se dirimen las investigaciones más pesadas. Allí, en la Audiencia Nacional, se encuentra la investigación en su contra, según confirmaron voceros judiciales españoles a La Nación. Un juez federal de Texas ya requirió la extradición de Reiter. Quiere juzgarlo por su presunto rol en el lavado de US$27 millones en coimas que él y otros exejecutivos de Pdvsa recibieron de proveedores de la petrolera en EE.UU. Pero él se resiste. No quiere terminar en Houston, donde otros diez acusados ya se declararon culpables y podrían atestiguar en su contra. Según la acusación que presentó el Departamento de Justicia, cuya copia obtuvo La Nación, Reiter abusó de su poder en Pdvsa para beneficiar a ciertos proveedores como Roberto Rincón y Abraham Shiera –quienes ya se declararon culpables– a cambio de sobornos por US$7 millones. Así fue como Nadal cobró US$868.000 con los que compró un departamento en Miami, recibió transferencias por más de US$500.000 a “cuentas controladas por su esposa”, otros US$1,5 millones a través de una empresa controlada y hasta dos vehículos blindados a un valor de US$107.000 cada uno, entre otros beneficios delictivos. Venezuela no se quedó atrás. Desde que el otrora poderoso mandamás de Pdvsa Rafael Ramírez se peleó con quienes no debía dentro del gobierno de Nicolás Maduro, en 2017, el esquema de protección imperante se cortó. Ahora acusan a Ramírez, Reiter y otros de saquear la petrolera por US$6000 millones con el BPA como escala del lavado. La Oficina del Comisario de Pdvsa incluso planea iniciar acciones legales contra Reiter y otras personas y empresas que habrían participado en el fraude, según un informe de la petrolera subido a través de sitios web oficiales. Apuntaron también contra los empresarios Rincón y Omar Farías Luces; los exfuncionarios Nervis Villalobos y Javier Villalobos, y hasta un primo hermano de Ramírez, Diego Salazar. “Se ha indicado que los depósitos efectuados en la Banca Privada de Andorra, a nombre de los citados ejecutivos –dice el informe–, correspondían a importantes comisiones obtenidas por efectos de sobreprecios en la procura de materiales, y asimismo de quienes recibían contratos de Pdvsa o del Estado, los cuales depositaban como ingresos por servicios de asesorías”. Las primeras alarmas contra ese grupo saltaron por una supuesta “propina por servicios prestados” que un protagonista le dio a un empleado de hotel en París, en 2010, cuando todo parecía ir de maravillas. ¿A cuánto ascendía esa supuesta “propina” que la unidad antilavado de Francia sospechó inexistente y alertó a Andorra? A 99.980 euros. El principado inició su propia investigación y estimó el saqueo a Pdvsa en 2000 millones de euros, con ramificaciones que llegan a cuentas –y muchos millones– en el Banco Espíritu Santo en Suiza y Dubái.