20.02.2020 – BUENOS AIRES: “La sanción a una petrolera rusa agrava la crisis en Venezuela” CLARÍN (ARGENTINA)
Las sanciones que aplicó Estados Unidos contra la petrolera rusa Rosneft por hacer negocios con el gobierno de Nicolás Maduro golpearán aún más a los venezolanos, que sufren una crisis que parece no tener fin. La escasez de combustible, ya casi habitual, se agudizará aún más en las próximas semanas, alertó el segundo vicepresidente del Parlamento, Carlos Berrizbeitia. La Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, del
Tesoro de EE.UU., aprobó este martes una resolución en la que la empresa rusa Rosneft Trading no podrá comercializar a nombre de Petróleo de Venezuela (PDVSA) en territorio de Estados Unidos ni con terceros. Esto supuso para la empresa rusa una pérdida de 3.500 millones de dólares en dos horas en los mercados energéticos. Rosneft cubre el 70% de la producción de petróleo venezolano de casi 700 mil barriles diarios. Por ahora Estados Unidos ha sancionado a 52 personas y 76 empresas vinculadas al régimen de Maduro. Hay un total de 156 venezolanos (36 militares) que han sido sancionados por 31 países. El diputado Carlos Berrizbeitia afirmó a la prensa que “ha habido muchas sanciones contra PDVSA, lo que afectado mucho su producción, agregándole más a la crisis petrolera”. Las sanciones no solo afectan al negocio de la empresa rusa en EE.UU. sino que “también les trae problemas a ciertos sectores en Venezuela. El mundo democrático no tiene otra forma de hacer valer los derechos de los venezolanos”, dijo el vicepresidente segundo del Parlamento, al justificar la fuerte medida. El diputado dijo que Rosneft produce entre 300 mil y 400 mil barriles diarios de casi 700 mil barriles que registra hoy PDVSA después de tener una extracción de 3,3 millones de barriles diarios hace 20 años. El régimen de Maduro calificó de “arbitrarias” las sanciones, pero afirmó que la medida no afectará la producción de crudo nacional, pues su plan es subirla hasta 3 millones, lo que se ha visto con escepticismo por la caída de la inversión extranjera. La escasez de combustible la sufren los venezolanos desde hace un año pero ahora se intensificará con la sanción a Rosneft y a otras multinacionales que se han quedado para trabajar con la industria nacional. Compañías como Repsol e incluso norteamericanas como Exxon y Chevron se preparan para recibir sanciones en las próximas semanas. El problema de PDVSA es que la gran refinería de Amuay y Cardón en la península de Paraguaná, al oeste del país, la más grande de la región, se encuentra paralizada por averías desde hace meses. El régimen ha tenido que importar gasolina a precios internacionales y abastecer el mercado interno a precios regalados. En el interior la escasez de combustible ya es permanente. Las estaciones de servicio están vacías y solo se consigue en el mercado negro. En las rutas los vendedores informales la ofrecen en botellas de plástico a 5 dólares. Solo Caracas se salva de la falta de nafta pero no por mucho tiempo. La crisis también llegará inevitablemente a la capital.