21.02.2019 – NOTICIERO DIGITAL (CARACAS, VENEZUELA)
El régimen y Pdvsa agonizan. El primero no tiene salvación. Pdvsa también agoniza, pero dado que es la principal y casi única proveedora de divisas, cabe discutir si es conveniente o inevitable privatizarla o si puede ser recuperable y redimensionada para intentar protegerla de los buitres. Los políticos que tomen la decisión deben considerar que la situación petrolera de hoy es diferente a la del 2000. En aquel entonces éramos el tercer productor de la Opep con 2.897.000 barriles por día (b/d), mientras que Arabia Saudita extraía 8.267.000 b/d y Estados Unidos 6.050.000 b/d. Hoy somos el octavo productor de la Opep con apenas 1.106.000 b/d, mientras que Arabia Saudita produce 10.213.000 b/d y Estados Unidos 11.899.000 b/d de crudo. Los precios, salvo sucesos de gran magnitud, es de prever se mantengan alrededor de los 60 dólares por barril. Para Estados Unidos nuestro petróleo no es vital. China e India son mercados interesantes, aunque hay que competir con proveedores más cercanos y con petróleo de mejor calidad. Además, el mundo se encamina hacia energías renovables, por lo que la ventana de los hidrocarburos se irá cerrando. El otro factor es que nuestra deuda financiera es elevada y tendremos que endeudarnos más para satisfacer los requerimiento de los diferentes sectores. Es decir, que no tenemos dinero para incrementar la producción, ni mejorar el sistema de refinación que está en el suelo. Además, según el último informe de Pdvsa, del 2017, la misma cuenta con 140.395 trabajadores, cifra que incluye 4.576 en el exterior, 7.836 contratados y 21.089 que realizan actividades no petroleras. En ese personal hay muchos calificados y otros que son activistas políticos. Ese año renunciaron 3.400 trabajadores, número inédito y que debe haber aumentado por el descontento existente.
Privatizar Pdvsa es tarea compleja que requiere tiempo y probablemente no sea atractivo para ningún comprador, considerando el deterioro de las instalaciones y que el riesgo país perdurará algún tiempo después del cambio de gobierno. Mientras se realizan esas gestiones el personal se desmotivaría aún más, inevitablemente la producción seguiría cayendo y los accidentes laborales aumentaría. Hoy, muchos pensamos que fue un error estatizar la industria de los hidrocarburos. Es utópico creer que hemos aprendido la lección y que no se repetirá la politización de la empresa para ponerla al servicio del partido político de turno. Quizá un próximo gobierno la operará como negocio al servicio de la nación, pero Pdvsa es demasiado atractiva. Más temprano que tarde se repetirá la historia. Todo indica que el sector político, a quien corresponde la decisión no aprobará la privatización de la empresa. Por lo tanto, lo procedente es trabajar para redimensionar a Pdvsa, que continúe por un tiempo con las actividades petroleras que realiza, pero con mayor participación de las empresas mixtas. Posteriormente, modificando la ley, empresas privadas nacionales y extranjeras podrían realizar directamente las actividades, y gradualmente Pdvsa disminuiría de tamaño y tendría que ser competitiva. En refinación, la ley permite la participación del sector privado. Ya en el 2004 Gente del Petróleo y Unapetrol expresaron que “la nueva pdvsa no puede ser el desastre de la actual, pero tampoco la misma que existía antes del paro cívico de diciembre del 2002”. En el 2010, Gente del Petróleo presentó una Propuesta para el desarrollo y administración de las fuentes de energía: el caso de los hidrocarburos. En la misma se recomendó “desarrollar la generación de energía eólica y solar para liberar hidrocarburos para la exportación; que el Estado debe dar cabida al sector privado nacional y extranjero para captar capitales y tecnologías; la nueva Pdvsa debe ser estatal , pero de menor tamaño, más integrada a las universidades y otros centros de investigación y enseñanza, con un 10 a 30 por ciento de sus acciones en el mercado venezolano de valores; crear un fondo petrolero similar al de Noruega, establecer un ente independiente de energía y desprenderse gradualmente de actividades no relacionadas con el negocio”.
El pasado día 15, en foro realizado en el Iesa con asistencia del presidente( e) Guaidó, los panelistas Pedro Castillo, Antero Alvarado y Javier Larrañaga realizaron magistrales exposiciones sobre producción de crudo, gas y refinación, respectivamente, con participación del sindicalista Iván Freites y moderación de Rafael Gallegos. El contenido de este foro y los aportes que realizan desde hace años varios expertos y las organizaciones Coener, Grupo Orinoco,Cedice Libertad, Aviem, Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo, Gente del Petróleo y Unapetrol, son elementos a tomar en cuenta por el sector político. Así mismo, el contenido del libro Venezuela energética, de Leopoldo López y Gustavo Baquero. Es positivo que la nueva generación de políticos, como Yon Goicoechea, se interese en estudiar el tema petrolero. Como (había) en botica: Quien impida el ingreso de la ayuda humanitaria es un criminal. Agradecemos a los eurodiputados que intentaron venir a Venezuela y fueron expulsados ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!