El empresario confía en que le permitirán seguir importando gracias a los empleos que creará en ese país. La postura de “Estados Unidos primero” del presidente Donald Trump respecto de la energía no asusta a Paolo Rocca. El multimillonario magnate del acero que controla Tenaris, el mayor fabricante mundial de tubos de acero sin costura para la industria energética, espera que la creación de empleos estadounidenses en su planta de u$s2. 300 millones en Texas permitirá a su compañía continuar importando algunos tipos de tubos a Estados Unidos. La planta abrirá este otoño boreal en Bay City para dar servicio a diferentes pozos de shale. Rocca se suma a una serie de inversores y gigantes de la industria petrolera que compiten por quedarse con una parte de la actividad en medio de un resurgimiento de la explotación de shale en los Estados Unidos, como el magnate de los bienes raíces Sam Zell y la gran petrolera Exxon Mobil. Su conglomerado de ingeniería, acero y energía Techint también invertirá u$s2. 300 millones en la formación de shale de Vaca Muerta en Argentina para perforar 150 pozos en las segundas reservas de gas de shale más grandes del mundo y las cuartas de petróleo de shale en el planeta. Rocca dijo que su equipo ha recibido comentarios alentadores del gobierno de Trump y que el principal objetivo del presidente es el empleo. La nueva planta creará 600 puestos de trabajo. Y tampoco viene mal que un miembro del gabinete de Trump, el secretario de Energía Rick Perry, haya defendido la decisión de inversión de Tenaris cuando era gobernador del estado de Texas, indica la agencia de noticias Bloomberg. “La creación de empleo que proviene de la planta de Bay City es algo muy importante para Texas”, dijo el argentino Rocca, presidente y máximo ejecutivo de Tenaris, en una entrevista en la Conferencia de Energía de Scotia Howard Weil en Nueva Orleans. “Cuando explicamos la magnitud de nuestra inversión al gobierno actual, inmediatamente entendimos que estamos yendo exactamente en la dirección en la que le gustaría que vaya la industria. Este es el feedback que estamos recibiendo”. Tenaris importa tubos de acero de Italia, México y Argentina para satisfacer las necesidades de las empresas de exploración del Golfo de México estadounidense. La planta de Bay City nunca fue diseñada para producir los tubos grandes que se usan en los pozos marinos, dijo uno de los hombres más ricos de América latina. “No podemos tener la escala de producción en los Estados Unidos”, señaló. “Pero uno puede tener la parte principal de sus inmensos suministros en los Estados Unidos. Esto está exactamente en consonancia con lo que a la administración le gustaría tener con el despliegue industrial”. Industria nacional En enero, Trump firmó un memorándum presidencial obligando al Departamento de Comercio a tomarse no más de seis meses para elaborar un plan que obligaría a los gasoductos y oleoductos estadounidenses nuevos, modernizados y ampliados a usar hierro, acero y otros materiales producidos en el país. Conforme a ese documento, si el tubo se fabrica con acero o hierro parcialmente terminado fuera de los Estados Unidos, no debería contar. Tiene que ser producido en los Estados Unidos “desde la fase inicial de fusión hasta la aplicación de revestimientos”, dijo Trump en el memorándum.