PULSO (SANTIAGO, CHILE) 31.05.2017
El gobierno estadounidense investiga un programa que otorgó casi US$1.000 millones de proyectos de energía renovables en Chile, incluyendo granjas solares con problemas financieros tan graves que los préstamos podrían no pagarse en su totalidad, según señalaron fuentes familiarizadas con el tema. La Oficina del Inspector General de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (OIG-USAID) audita unos 890 millones de dólares de préstamos aprobados por la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC). La investigación, que comenzó en 2016, se centra en la decisión de la corporación de financiar cinco granjas solares chilenas y un proyecto hidroeléctrico en 2013 y 2014, se cree que al menos tres de los cinco proyectos solares chilenos han empezado a reestructurar su deuda, según fuentes cercanas consultadas por Reuters, estimando que las pérdidas de OPIC probablemente superarán los 160 millones de dólares. A través de un comunicado, la corporación señaló que estaba segura que recuperaría los recursos en las próximas décadas, pero reconoció que su cronograma original de pagos había cambiado, agregando que evaluaría las recomendaciones de la OIG. La revisión en Chile, que dará lugar a un informe y finalizaría a fines del año, examinará “los factores que la OPIC utilizó para evaluar y aprobar sus proyectos energéticos en Chile”, entre otras cosas, dijo la OIG. “Desafortunadamente, apuestan por el tipo equivocado de proyectos”, dijo Carlos St. James, asesor de energía renovable de Wood Group, sobre los proyectos de la OPIC en Chile. En 2013 y 2014, según informes públicos de la OPIC, la agencia prestó cerca de 2.500 millones de dólares a 32 proyectos en toda América Latina, de los cuales más de un tercio se destinó a proyectos energéticos chilenos. Eso incluyó préstamos a cinco granjas solares. Tres de ellas -conocidas como Salvador, Luz del Norte y San Andrés- enfrentan ahora graves problemas financieros, según entrevistas y documentos internos que vio Reuters. En ese contexto, varios bancos comerciales que examinaron el financiamiento de los proyectos, según dos fuentes, consideraron, en gran parte, que el llamado esquema de precios era demasiado riesgoso. Los otros proyectos auditados en Chile son Maria Elena, construido por SunEdison, y Amanecer Solar propiedad de TerraForm Power. La OIG también audita la hidroeléctrica Alto Maipo, de AES Gener. En un comunicado, AES dijo que “los auditores tuvieron la oportunidad de ver las obras, acceso a material documental y los elementos que (…) muestran un balance positivo”. TerraForm Power no quiso hacer comentarios y SunEdison, ahora en bancarrota, no respondió a las solicitudes para referirse al asunto.